Estudiantes como Cristina y Humberto llevaron las materias de su semestre alineadas secuencialmente a este proyecto. En que cada materia desarrollaron una parte del proceso, desde el dibujo técnico, investigación del usuario y materiales hasta la manufactura.
“Empezamos súper en lo básico: precios. Qué tipo de gente compra esos carros, en qué ciudades se vende más, dónde los usan más, si en playa o en una ciudad chica”, cuenta Cristina. El resultado final cupo en sus manos: 16 objetos que representaban el lado práctico del estilo de vida de quien conduce un Fiat 500.
Para Humberto, una parte integral del proyecto fue el apoyo de los profesores. Alexander Carlsson (Inglaterra), director de la carrera de Diseño Industrial, los guió durante todo el proceso. Además, el profesor invitado Manuel Serranía, modelista en 2D y 3D radicado en la Ciudad de México, los ayudó en los aspectos de diseño y de producción del prototipo. “Es muy distinto tener una idea muy padre, pero que la sepas plasmar es otro detalle”, comentó Humberto.
El comienzo de nuestros estudiantes de Diseño Industrial augura grandes oportunidades y proyectos profesionales. En palabras de Cristina: “Si empecé así desde temprano, veo que voy a crecer mucho. Me falta mucho de la carrera todavía”.
