Una colección de fotografía analógica, desarrollada a lo largo de dos años.
Este proyecto no busca la perfección de las tomas, sino la captura del momento tal como se vive, la inmortalización de un instante igual que se percibe, sin retoques.
El fin de esta colección es capturar y exhibir la esencia de cada momento y de la naturaleza humana.
Las fugas de luz y los errores de exposición crean fotografías únicas, con un efecto irreproducible, denotando la naturaleza imperfecta tanto de la cámara, como del fotógrafo.
Para la toma de estas fotografías se emplean carretes de film por su carácter impredecible y su fidelidad a la hora de capturar un instante.
