¿Qué opinamos sobre el gobierno nacional y el Frente de Todxs?
La pandemia ha desnudado la crisis capitalista en la que nos encontramos actualmente, la brecha entre ricos y pobres se acrecentó exponencialmente y unos de los más afectados somos les jóvenes y les estudiantes. Mientras se ajusta a la universidad y todo lo público para reducir el déficit fiscal, el gobierno nacional encabezado por Alberto Fernández, destina $650 mil millones al pago de intereses de la deuda externa, deuda ilegitima que contrajo Macri y que se la fugaron sus amigos. Todo esto a costa de reventar los salarios de los trabajadores que no llega ni a cubrir la canasta básica, las jubilaciones y de no invertir en salud ni educación.

Mientras tanto las gestiones en las facultades sólo administraron el ajuste, durante la virtualidad, la mayoría de las universidades del país otorgaron becas de cobertura de datos móviles y plataformas sin consumo de datos, pero que solo cubrieron las necesidades de conectividad a menos del 5% de les estudiantes de cada institución. Se otorgaron becas de apuntes y monetarias pero insuficientes en monto y vacantes en relación a las necesidades reales. Sumado a esto, las becas Progresar, que dependen de ANSES, niegan el cobro a estudiantes o dejan a les postulantes en una eterna espera de evaluación por la plataforma.
Nuestra universidad hoy en día no es arancelada, pero para nada es gratuito su acceso y permanencia.


La universidad que se viene, un nuevo presupuesto de ajuste
Pelear por presupuesto genuino en la universidad no es sólo defender el salario docente y las condiciones de cursada sino que también significa discutir la autonomía universitaria. Mas del 90% de la plata que entra a la UNER se destina a pagar salarios, es decir que las facultades se ven obligadas a conseguir financiamiento externo. Esas partidas que llegan desde el SPU (Secretaría de Políticas Universitarias) están digitadas y orientadas hacia los programas y carreras que el Estado y el mercado, a través de los organismos internacionales, planifican e imponen a las Universidades. Este mecanismo garantiza que sean los que nos desfinancian y ajustan quienes definen qué conocimiento y profesionales se forma en nuestro país. 
Mientras tanto desde el 2019 hasta acá Alberto pagó $4.216 millones de dólares al pago de la deuda, esto es un 1,6 veces el presupuesto que se destina a educación en general. Este gobierno decía que venía a salvarnos de la derecha, pero nos termino dando con lo peor del macrismo: ajuste y recorte.


Sobre la virtualidad en pandemia y el nuevo modelo HIBRIDO

La pandemia cambió nuestras vidas y así como demostró que el capitalismo está en su fase decadente también dejó en claro que las prioridades de los gobiernos de todo el mundo no son los derechos de las poblaciones sino sostener las ganancias de los que hace años se la vienen llevando en pala, que son los mismos que nos trajeron hasta esta crisis social, sanitaria y económica. 

La pandemia obligó a que todo se vuelva virtual, la cursada, la rendida y todo lo académico pasaba por nuestras computadoras o celulares. Desde un inicio reclamamos la participación estudiantil en las decisiones sobre la virtualidad, estamos convencidos de que la mejor manera de garantizar el derecho al acceso a la universidad pública es si todes les actores podemos definir las políticas universitarias en medio de esta situación excepcional. Sin embargo, las gestiones de las facultades y de la UNER decidieron manejar la situación ellos, sin consultar a docentes ni estudiantes o mandando encuestas virtuales para hacer como que nos escuchaban.

Hoy nos quieren meter el modelo híbrido como solución a los problemas de deserción y abandono de les estudiantes. Dicen que se democratiza el acceso a la cursada si los docentes dan simultáneamente la clase virtual y presencial, de lo que no hablan es de que este modelo precariza a los docentes y profundiza la desigualdad de condiciones para les estudiantes. En vez de invertir plata en este sistema híbrido deberían poner todos los recursos para que se garantice la infraestructura y protocolos para la vuelta a las aulas, que se nos facilite a les estudiantes de otras ciudades el acceso gratuito a viviendas y residencias estudiantiles, que haya más becas y con montos reales para poder estudiar sin tener que agarrar laburos precarios.

La universidad que queremos no es un link en la nube o una clase virtual sin estudiantes, el modelo hibrido es el modelo de mercado, donde el conocimiento es un producto cerrado al que accedemos pasivamente.  La universidad que queremos es la que reconoce la potencia de lo público, del encuentro colectivo, del intercambio entre docentes y estudiantes, de la producción colectiva del saber, la universidad que se indigna con la realidad y quiere construir otro mundo.

Indignades en el Frente de Izquierda y los Trabajadores Unidad,  es la única agrupación estudiantil de la FcEdu independiente de los gobiernos de turno y de las gestiones universitarias. Desde esta autonomía y priorizando el debate democrático, tal como lo hicimos en el 2018 con asambleas  y tomas,  podemos tener la universidad que queremos. Una universidad pública, gratuita, laica, científica, en defensa del ambiente, con perspectiva de género y al servicio de la transformación social. Una universidad a la que pueda acceder toda la clase obrera y el pueblo.

Propuestas: 
- Creación de una Comisión Interclaustro, con mayoría estudiantil, para discutir las condiciones de vuelta a la presencialidad.
-Plan de residencia y viviendas estudiantiles.
-Más becas y con montos acorde a las necesidades de les estudiantes.
-Plata para infraestructura y protocolo. Presupuesto genuino para la universidad que salga del no pago a la deuda externa y el impuesto a los ricos.
-Mayoría estudiantil en el consejo directivo y superior. Elección directa de las autoridades universitarias.
-No al modelo híbrido. Por una universidad pública al servicio de les explotades y oprimides.
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