Cool-K es un refrigerador de bajo costo, de diseño modular que funciona sin energía eléctrica. Fabricado a partir de arcilla y madera, preserva los alimentos frescos de dos a cinco veces más tiempo que en estado natural gracias al enfriamiento por evaporación.

Debido a la pandemia Covid-19 muchas personas de bajo recurso se exponen ya que necesitan salir a comprar sus alimentos diariamente al no tener una refrigeradora. 

Este proyecto ganó una Mención Honorífica en el Challenge covid 19 global south health and livelihoods- 2020 dentro de las 10 ideas Top.

Integrantes y disciplinas que intervinieron

Diseño industrial : Nicole Guzman Castillo y César López Torres 

Gestión: Jorge Luis Siesquén Deza

Sociología: Claudia Siesquén Deza

También se planteó una propuesta premium de Cool-K el cual es de menor tamaño que el original y se usa el hielo para conservar la temperatura.